La Asociación Nacional de Entidades Especializadas, ANEES, advierte sobre el mapa concursal español actual, tras la finalización de la moratoria concursal. En una reflexión de carácter muy numérico, la asociación que representa los intereses de la realización concursal en España nos lleva al siguiente escenario:

  • Las insolvencias concursales crecen un 10% en julio.
  • Cataluña (23% del total) y Madrid (23%) son las Comunidades Autónomas donde más concursos se declaran.
  • Cantabria, donde más crecen los concursos de acreedores hasta julio, un 41,7 según Axesor. Si nos atenemos al mayo cántabro, recordamos titulares de prensa como el que sigue: «Crecen un 200% los concursos de acreedores en mayo en Cantabria»
  • Los concursos de acreedores crecen un 5,6% en Euskadi. La construcción y el comercio lideran el ranking vasco según las estadísticas del Colegio de Registradores de España.
  • Los concursos de acreedores también crecen en la Comunitat Valenciana y significan el 16% de las insolvencias del país.

Ya antes del final de la moratoria concursal, el número de concursos de acreedores presentados entre enero y marzo se elevó a 5.312, que supone una cifra de un 7,9 % más que en el mismo periodo de 2021, con lo que se consolida la tendencia al alza iniciada en el tercer trimestre de 2020, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Para Michel Orozco, presidente de ANEES «Publicada por el B.O.E., el pasado 6 de septiembre, la ley y tras el preceptivo periodo de “vacatio legis” para su definitiva entrada en vigor, salvo el apartado 2 del artículo 689, cuya vigencia queda vinculada a la aprobación del reglamento a que se refiere la disposición transitoria segunda de la Ley 17/2014, de 30 de septiembre, y con las nada tranquilizadoras cifras referentes al aumento de las insolvencias concursales en todo el territorio, a nadie le es ajena una acentuación (que viene de atrás) alarmante y prolongada de ruptura del tejido empresarial

Los concursos de acreedores ya crecieron un 16% ante el fin de la carencia de los créditos Ico. Pese a la moratoria vigente hasta junio de 2022 que les exime de declararse en concurso de acreedores, en los primeros compases de este año 2022, a mediados de febrero, los concursos empresariales ya presentaban un crecimiento de un 21,8%. Una cifra preocupante que no hace si no aumentar.

Las insolvencias empresariales crecieron un 25,5% en junio, justo sobre la bocina que pondría fin a la moratoria concursal. Ya en julio, los efectos del final de esa moratoria se hicieron notar: las insolvencias crecieron en julio, primer mes tras el fin de la moratoria, un 25% con respecto al año pasado y un 32% en comparación con el mes anterior.

Esto se está dejando sentir en todo el país. La Región de Murcia, que en un tiempo encaró esta crisis con cierto halo de optimismo, también choca con la realidad. La Región ya no se escapa de la avalancha de unos concursos que crecen casi un 50% en lo que va de año 2022.

Michel Orozco, presidente de ANEES reflexiona sobre el mapa concursal español

Los últimos ejercicios económicos ha supuesto una merma enorme al tejido empresarial español. Si queremos comparar las cifras de ejercicios completos, entonces tenemos que los concursos de acreedores subieron en 2021 el 30% sobre el nivel prepandemia. Desde luego, los paliativos aplicados no han tenido un efecto salvífico sobre el maltrecho tejido productivo español.

Es el momento de pulsar nuestro sector concursal. Todos los actores tienen que dar muestra de la importancia del derecho concursal a la hora de asistir al tejido empresarial en sus horas más duras. No cabe duda de que las Entidades Especializadas, en su labor de otorgar liquidez a los procesos —a la empresa concursada y al acreedor— tienen un papel tangible y decisivo.

«Sin entrar a valorar ahora los pormenores de la ley (la Asociación Nacional de Entidades Especializadas “ANEES” se pronunciará, a estos efectos, en breve), este es el momento en el que todos los agentes vinculados al ámbito concursal deberán aportar el máximo valor añadido, aprovechando los instrumentos que la nueva ley brinda (véanse los planes de restructuración, favorecimiento de la segunda oportunidad, etc., así como la cooperación, a nuestro juicio necesaria, de las entidades especializadas) con el objeto de paliar en la mayor medida posible los efectos de una situación que debe afrontarse, como la propia ley propone, persiguiendo en todo momento el máximo grado de eficiencia.»

Michel Orozco. Presidente de ANEES

Toca seguir atentos a la evolución del paciente. No es otro que el tejido productivo español, tan marcado por las malas decisiones, como por la falta de cultura empresarial. A ello hay que sumar un contexto desfavorable que explica parte, pero me temo que no todo el precario estado en que encontramos nuestras empresas.