Abogacía real y abogacía imaginaria

Como cada mañana, Iris acompaña su vocación hasta su despacho. Es abogada, tiene 35 años y desde hace seis, libra la batalla de mantener a flote su propia firma. Ella es su propia firma. Nadie más es su firma. Combate sola, como un Thor de la toga. Cuando empezó en la abogacía, imaginó un trayecto … Sigue leyendo Abogacía real y abogacía imaginaria